13 de abril de 2006

MULTITUDES

De pronto tuve una visión.
Allí, en mi ciudad amada, mi lugar: Barcelona. La ciudad del color, de las flores, de la diversidad, de Gaudí. Con su cielo, su suelo, sus cavernas...
Como cualquier mujer bella, Barcelona tiene varias caras. Y allí abajo, en lo más subterraneo, los bichos se movían en masa de carne caliente, a la deriva del tiempo y de las prisas.
Yo, como mujer afortunada sin reloj, sólo observaba y apuntaba.
Ellos, tan feos, tan impersonales... en realidad són el motor vivo de la urbe. Cada uno no és nada. Todos són la fuerza imparable de un progreso que según se mire puede ser tan esperanzador como patético.
Y esto ha sido uno de mis apuntes... la soledad compartida. Creo q no necesita más palabras. Todos nos hemos sentido así alguna vez. Piezas insignificantes de un gran conjunto.
Sociedad-Soledad.
Cuelgo este dibujo porque lo estoy trabajando en grande en la escuela de arte. Ya veremos q sale de ahí.

2 comentarios:

  1. Sensaciones inevitables en las grandes y también en las pequñas ciudades...me resisto a pensar que la masa sea un todo indivisible...intento mirar en los ojos de la gente con la que me cruzo y aunque la mayoría de las veces el abismo es insalvable, otras veces tropiezo con alguna sonrisa, con alguna mirada llena de vida que me devuelve la esperanza de saber que somos algo más que materia en movimiento, que la corriente es fuerte y arrastra, pero siempre hay un remanso de agua en el que sumergirte lejos de las obligaciones y las prisas...y si no que alguien me explique qué hago aquí, empapándome de lo que escribes, buceando en tus dibujos, nadando a mis anchas...

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  2. Se puede estar taaan solo entre tanta gente..

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