
Mientras comíamos y hablábamos sobre el pasado y el futuro, Núria me preguntó -como quién no quiere la cosa- si le haría un dibujo para su trabajo de fin de carrera. Bien és sabido que me cuesta aceptar encargos, pero tratándose de ella no podía negarme. Así que... -como quién no quiere la cosa- practiqué un poco con las acuarelas.
Esta vez he cambiado el enfoque. Antes trataba de pintar con la acuarela como si fuera cualquier otra técnica que precise pincel... con poca agua y con trazo preciso. Ahora he tratado de dejar que la técnica empiece a diferenciarse, sobretodo he hecho hincapié en los degradados en húmedo (capítulo 1 de "acuarela para principiantes"... jejeje).
Pues nada, de momento Nuria continúa en el Senegal haciendo la buena obra de traer niños al mundo sin cobrar ni un duro. Al menos espero que le guste la sorpresa al llegar. De momento le mando un beso muy gordo, aunque sé que de momento está incomunicada.
¡Ánimos guapa!